Una central de riesgo es una entidad que recopila y almacena información crediticia de personas y empresas. Su función principal es brindar información sobre el historial de créditos, deudas y cumplimiento de pagos a las instituciones financieras, permitiéndoles evaluar el riesgo crediticio de sus potenciales clientes.
En Perú, la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) supervisa el Reporte de Deudas, que es un sistema de información centralizada sobre los créditos y deudas de los clientes con las entidades del sistema financiero. Esta base de datos es alimentada por los propios bancos y empresas del sector, pero la SBS no es quien reporta directamente la información, sino que consolida y gestiona los datos proporcionados por las instituciones financieras.
¿Cuáles son las centrales de riesgo privadas?
Son empresas privadas que se dedican a recopilar y proporcionar información sobre el historial de pagos y deudas de personas y empresas. En Perú operan compañías como Equifax, Sentinel, Informa del Perú, entre otras autorizadas.
Al igual que la SBS, estas centrales de riesgo recopilan datos del comportamiento de pago de individuos y entidades jurídicas. Por lo general, son las consultadas por el sector privado y del mimo modo su función es brindar información crediticia a instituciones financieras y otras empresas para evaluar el riesgo de otorgar créditos o realizar negocios.
¿Quiénes se encargan de otorgar el paz y salvo de una deuda?
Únicamente el banco o empresa que generó el reporte de deuda es quien puede otorgar el paz y salvo, una vez que la deuda ha sido cancelada.
¿Quiénes realizan los reportes de deuda a las centrales de riesgo?
Los reportes de deuda a las centrales de riesgo son realizados únicamente por los bancos y empresas que tienen acreencias con los deudores, son ellos quienes generan y envían esta información.
¿Qué tipo de información se registra en la central de riesgos?
En las centrales de riesgo se registra el comportamiento crediticio de personas y empresas, incluyendo deudas vigentes, montos adeudados, historial de pagos puntuales o impagos, créditos cancelados, protestos, demandas por deudas, quiebras, refinanciamientos y castigos de deuda por incobrabilidad con entidades financieras.